A la lista
de personajes conocidos por la opinión pública a través de la TV que un día
aparecieron sumergiéndose en el mundo político con el único estandarte de su
fama, hay que sumar al periodista deportivo Walter Queijeiro, una de las caras
familiares que asoma por las pantallas de Fox y Telefé.
Los primeros
coqueteos con la política del hombre que se animó alguna vez a escribir un
libro que explicaba las fórmulas para convertirse en rico, además de su tarea
periodística habitual, se producía en los albores de la campaña electoral del
2011, cuando proponía a jefes comunales de distritos del Gran Buenos Aires la
presentación en vivo de una de las actividades que integran el programa que
co-conduce por la señal de Fox: el espectáculo de futbol-tenis, un rentable
negocio que entusiasmó al emprendedor periodista a dar un paso más allá, e
involucrarse en la política propiamente dicha, con el bautismo de fuego en el
territorio de Quilmes, ciudad de la que es oriundo, habilitando un Centro de
Estudios para ponerlo a disposición del ex candidato a intendente Daniel Urzi,
quien acompañaba la boleta completa del Frente para la Victoria que encabezaban
Cristina Fernández en la Nación y Daniel Scioli en la Provincia.
Inquieto,
el joven periodista y aspirante a dirigente político, hacía campaña a casi 60 kilómetros de su
terruño, en el distrito de Merlo, junto a Gustavo "Mochila" Menéndez,
un encendido opositor al gobierno local (comuna liderada precisamente por el
candidato en 2011 de Cristina Fernández y Daniel Scioli, el actual jefe
Municipal Raúl Othacehé). Pero la avanzada queijeiriana parece no detenerse: el
extraño juego de apoyar la boleta de Cristina en Quilmes y enfrentarla en
Merlo, se suma al listado de las desprolijidades denunciadas por los
desilusionados y desencantados dirigentes renunciantes al sector timoneado por
Menéndez: el concejal Daniel Aguirre, "Bocha" Rossi, Alejandro
Torres, Gastón Marín, por citar algunos ejemplos de dirigentes merlenses
renunciantes al espacio conducido por Gustavo Menéndez en el distrito y
regenteado por el intendente de Malvinas Argentinas Jesús Cariglino,
Aunque en
pleno enero el simpático periodista deportivo se muestra en las arenas
atlánticas junto a su inseparable compañero Gustavo, la pretensión, o una de
ellas, de Walter Queijeiro es hacer pie de una vez por todas en su tierra
natal. Y para ello, son varios los intentos en busca de acercamientos que lo
catapulten a la vidriera de la política quilmeña: ni lerdo ni perezoso,
aprovechando los acuerdos que "en las alturas" pergeñan Mauricio
Macri y Jesús Cariglino, el muchacho de Fox y por añadidura del intendente
malvinense, pudo mantener reuniones con referentes provincialaes del PRO, como
el periodista (otro más) de Caseros, Diego Valenzuela, y el ministro de
Seguridad porteño, Guillermo Montenegro. Pero el movedizo cronista televisivo,
con un ágil movimiento de cintura, también se propuso intercambiar flores con
el Frente Renovador Peronista que encabeza Sergio Massa, con un objetivo
concreto: pelear la interna del peronismo de la ciudad cervecera contra el ya
declarado referente massista Sergio Villordo.
La cuesta
arriba se hace pesada para el estrecho colaborador de Gustavo Menéndez. En
rigor, hasta el momento, nadie se entusiasma con la idea de promocionar a
Walter Queijeiro, independientemente de sus cualidades, habida cuenta de la
"mochila" que carga en sus espaldas, otrora "verde" y hoy
de "plomo", y que en su interior transporta la decisión de la Suprema Corte de
Justicia de la provincia de Buenos Aires, que dispuso la elevación a juicio
oral y público de la causa que tiene como principal acusado a Gustavo Mochila Menéndez, por haberse apropiado de la
suma de $ 600 mil del tesoro del Casino Central, durante su etapa como Director
del mismo.